Las medidas de restricción para bares y restaurantes entrarán en vigor hoy

Publicidad

Hoy entran en vigor medidas de restricción de bares y restaurantes

El mundo se enfrenta a la amenaza de una pandemia de enfermedades de transmisión alimentaria (ETA). Millones de personas se han visto afectadas por esta enfermedad cada vez más mortal. Con la creciente concienciación sobre la seguridad alimentaria, cada vez son más los propietarios de restaurantes que se sitúan a la vanguardia de la concienciación sobre la salud pública. No es de extrañar que los propietarios de restaurantes hayan tomado medidas para protegerse a sí mismos, a sus empleados y a la comunidad en general.

 

Una forma de evitar que esta pandemia afecte a su restaurante es mediante una preparación y manipulación de los alimentos eficaz y rigurosa. Esto empieza desde el principio, desde el momento en que los clientes entran en el restaurante. La higiene de los alimentos es de vital importancia y no debe verse comprometida en ningún momento del proceso de preparación. Por ejemplo, un alto porcentaje de los clientes que piden un da barra pueden ser portadores de hepatitis A o B. Si tiene en cuenta estos casos, es fácil ver cómo este tipo de brotes de intoxicación alimentaria pueden producirse fácilmente en su restaurante.

Publicidad

Otra forma de evitar que se produzca un brote es mediante procedimientos rutinarios de limpieza y desinfección. Estos son los principios básicos que todos los establecimientos deben cumplir para evitar la propagación de enfermedades transmitidas por los alimentos. Por supuesto, estos principios básicos no sólo se aplican a la puerta principal o a la cocina. Cada vez que una persona entra en un establecimiento, debe ser recibida por un lugar limpio, estéril y libre para sentarse y comer.

Cuando se produce una enfermedad transmitida por los alimentos, puede resultar difícil determinar quién está a salvo y quién no. Un método para rastrear dónde se ha originado un brote es analizar el patrón de tráfico peatonal dentro del bar o restaurante. Durante una cena típica o una escena de bar, se puede determinar y anotar el flujo general de personas. Los lugares que parecen experimentar un tráfico peatonal más intenso o están situados cerca de zonas donde se cena o bebe tienen más probabilidades de atraer la atención de portadores de bacterias y virus nocivos.

Lo mismo ocurre con los restaurantes. Cuando un restaurante empieza a experimentar altos niveles de afluencia de clientes, siempre existe la posibilidad de que se produzca algún tipo de brote. Es durante este periodo cuando los establecimientos deben aplicar estrictos procedimientos sanitarios y de restricción para prevenir un brote. Cuando un restaurante no toma las precauciones adecuadas para evitar la propagación de una pandemia, pone en peligro a los clientes. Algunos establecimientos llegan incluso a cerrar sus puertas durante una pandemia.

El saneamiento y la limpieza son las piedras angulares de la prevención de brotes. Cuando un restaurante está abierto, deben aplicarse medidas sanitarias para garantizar la seguridad del entorno. Cuando un cliente es tratado por una bacteria o un virus, es casi imposible erradicar al portador mediante la higiene normal. Es entonces cuando entran en juego las restricciones sanitarias para los establecimientos que ofrecen comida o bebida. En algunos países pandémicos, cerrar un restaurante no es una opción, sino una necesidad para evitar la propagación de una pandemia.

Los propietarios de bares y restaurantes ya no pueden confiar en procedimientos sanitarios estrictos o en la falta de una limpieza adecuada para protegerse de la amenaza de una pandemia. Unas simples medidas y restricciones sanitarias son todo lo que se necesita para garantizar la seguridad de sus clientes. Al servir a un cliente, se le debe pedir que se marche si muestra síntomas de una enfermedad contraída a partir de uno de los alimentos presentes en el restaurante. Incluso cuando se pida a los clientes que se marchen, deben respetarse los procedimientos sanitarios. Limpie las mesas y el suelo inmediatamente después de la cena para limitar la propagación de bacterias.

Si el propietario de un bar o restaurante es inteligente, se pone en contacto con el departamento de salud local para obtener una lista de contactos de la zona. Los bares y restaurantes son un caldo de cultivo habitual de brotes, y más vale prevenir que curar en una época en la que aumentan las enfermedades transmitidas por los alimentos como respuesta a una pandemia mundial. Como ocurre con muchos otros negocios, mantenerse a la vanguardia de los últimos reglamentos y normas es imprescindible. Sería irresponsable por parte de bares y restaurantes ignorar este consejo, porque cuando una pandemia alcance proporciones epidémicas no habrá más remedio que cerrar por el bien de la salud de todos los clientes.

Publicidad
Carregando, por favor espere...