La Eurocámara destina fondos a las tarifas energéticas

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Cómo ahorrar dinero en su tarifa energética

 

El PM que asigna los gases térmicos a las centrales térmicas de gas puede denominarse gestor de distribución térmica. Supervisa todo el proceso de distribución de gas térmico para sus distintos clientes, como productores de energía, comerciantes de gas, centrales eléctricas y consumidores de gas térmico. La distribución de gas térmico es un proceso enorme que requiere la ayuda de otros PM que tengan la experiencia necesaria para supervisar cada actividad de forma exhaustiva y sistemática. El principal objetivo del PM que asigna los recursos de gas térmico a los distintos clientes son los ingresos. No puede beneficiarse directamente de la transacción, pero su papel en todo el proceso es crucial.

Un PM que asigna recursos de gas térmico a centrales térmicas obtiene un rendimiento de la inversión a través del combustible térmico generado. El combustible térmico generado consiste principalmente en gas natural y coque de petróleo. El gas térmico es una sustancia térmica producida por gases combustibles. El combustible térmico generado se recoge y se transporta a centrales térmicas donde se realizan procesos térmicos con él para generar electricidad. La electricidad generada por estos procesos se envía después a los hogares o establecimientos comerciales para que la utilicen en la calefacción de sus instalaciones.

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Es responsabilidad de un PM garantizar que las tuberías de gases térmicos se mantienen correctamente. Las tuberías deben estar libres de obstrucciones para garantizar el libre flujo de gases térmicos. Si hay obstrucciones en las tuberías, el PM, que tiene autoridad para inspeccionarlas, corregirá el problema y se asegurará de que la tubería vuelva a abrirse. Esta capacidad para resolver problemas rápidamente ha minimizado el coste y también garantiza que la tubería funcione de forma eficiente para producir gas térmico para los clientes. Un PM que garantice que el gasoducto funciona sin problemas significa que es capaz de obtener un buen beneficio y, por tanto, contribuir positivamente al desarrollo económico de una región determinada.

El PM que asigna los recursos térmicos tiene la responsabilidad de garantizar que los clientes reciban el suministro adecuado. Para ello, tiene en cuenta el tamaño de cada cliente y la cantidad de energía térmica que desea que se le suministre. También se tienen en cuenta otros factores, como la accesibilidad de los emplazamientos. Algunos emplazamientos son más adecuados que otros para suministrar energía a determinados clientes. Un PM comprobará estos factores para asegurarse de que la distribución de energía térmica a los distintos clientes se hace de la manera más eficiente.

Los clientes pueden elegir entre distintos tipos de tarifas. Algunas tarifas tienen precios fijos, mientras que otras varían en función del tamaño del edificio al que prestan servicio. Algunas tarifas incluyen impuestos y otras no. Las tarifas también pueden decidirse en función del tipo de servicio prestado. Por ejemplo, los que suministran aire acondicionado a edificios comerciales u oficinas eligen una tarifa distinta a los que mantienen residencias domésticas.

En determinadas circunstancias, un PM que ofrece tarifas energéticas tiene que revisar la tarifa para ver si es adecuada. Si los costes siguen aumentando, el coste de la actividad puede resultar demasiado elevado. En tales circunstancias, un PM puede sugerir que se estudie una fuente de energía alternativa en lugar de aumentar las tarifas. Algunos PM aumentan las tarifas para cubrir el coste adicional de instalar una central térmica. En otras situaciones, un PM que destine recursos a las tarifas energéticas analizará la posibilidad de introducir otra forma de energía para satisfacer las necesidades de los clientes.

Es un hecho que muchos clientes dependen de la energía térmica. Por esta razón, un PM que ofrezca tarifas energéticas debe contar con el mecanismo adecuado para calcular los costes que implica la generación de energía térmica y aplicar después un gravamen al servicio de los clientes. Una tasa debe ser competitiva. Por otra parte, hay algunos PM que introducen la competencia fijando una tarifa inferior a la de sus competidores.

Es importante subrayar que los costes de generación de energía térmica no están aumentando rápidamente. Una investigación llevada a cabo por McKinsey demostró que había un aumento de 4% en el precio por unidad de energía térmica entre 2020. El aumento de los precios puede atribuirse en parte al hecho de que algunas de las mayores centrales térmicas del mundo, como las de España, Finlandia y Noruega, están ahora fuera de servicio. A medida que se destinen más inversiones a recursos energéticos limpios, las tarifas disminuirán inevitablemente con el tiempo.

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